miércoles, 20 de abril de 2016

Loreley El Jaber



Loreley El Jaber (Buenos Aires), La espesura, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2016.





















A veces me detengo 
en aquella foto vieja 
que retrata la que una vez fui

Me veo riendo sobre la arena caliente 
me veo satisfecha, frente a un futuro inmenso 
y deseo esa mujer 
que ya no 
y me extraño










Estoy anclada en un mar 
de profunda espesura 
intento remar 
me detengo en la consistencia 
de esa agua sin luz 
y entiendo que mi destino 
no está en el avance ni en el movimiento 
ni siquiera en la persistencia 
sino en esa espesura 
repleta de pliegues que me convoca 
a través del tiempo










En estos días 
no dejo de aprender 
la insondable precariedad de las cosas










Tengo un hijo 
y ahora 
aterrada 
pienso la muerte

Bajo los párpados 
me dejo caer en la silla 
y lloro la verdad de saberme 
en algún momento de sus días 

ausente










Como quien se entrega a un amor desahuciado
así se sube al bote para andar el río 
A medida que rema 
concentrada en los detalles del agua 
siente 
que el río la absorbe 
que hay una fuerza ahí 
que quisiera tragar con furia 
deshacer ese ritmo acompasado 
romper esa potencia que ella desea 
pero no tiene

Los que la conocen saben 
que su historia final no se debió a un descuido 
y no se explican esa imagen última 
el ímpetu de la mujer desgarbada 
aquélla de los cabellos negros 
abandonando el bote a mitad de camino 
y ofreciendo 
como en un rezo antiguo 
su cara 
su cabeza 
su cuerpo 
al río










Quien haya sobrevivido 
al desborde de la lluvia 
sabe 
que se puede respirar en el agua